El Presidente de la Federación Peruana de Fútbol, ha declarado en repetidas oportunidades, que el objetivo principal de la FPF es tener un proceso sólido de renovación, de manera que nuestro seleccionado se revigorice con la inyección de jugadores jóvenes con proyección y por tanto, respalda la gestión de Gareca.
Lamentablemente esto no lo entiende la prensa cuando no es objetiva en su apreciación, porque lo único que esperan son resultados deportivos y no consideran que el trabajo comprende la inclusión en el equipo de nuevos jugadores, condicionando y generando así con su opinión distorsionada, fuera de la realidad, que la afición finalmente se oponga al proceso pidiendo el cambio de entrenador.
Un proceso de este tipo requiere la incorporación progresiva de jugadores jóvenes, ya que los de mayor experiencia deben ser el soporte sicológico que permita que los nuevos actúen solvencia y seguridad. Si revisamos detenidamente cuantos jugadores jóvenes han ido integrando nuestra selección en los últimos años y de ellos cuantos ya alternado en equipos extranjeros, veremos que ya contamos con varios de ellos con cierta experiencia internacional, lo que permitirá en un futuro cercano tener una mejor selección de fútbol.
En el partido como locales contra Venezuela, como lo expresé en mi blog anterior, se vio un equipo nacional desordenado y disminuido anímicamente, de allí el resultado que de alguna manera favoreció a la visita. Esta vez pese a jugar de visita, no se vió a Uruguay conforme a lo que se esperaba, gracias al buen trabajo tanto defensivo como ofensivo de nuestra selección, pese a que si bien perdimos por 1-0 la defensa estuvo muy concentrada y aunque no pudimos concretar en goles el dominio que tuvimos en muchos pasajes del partido algunas oportunidades de gol, además que se le tuvo contra las cuerdas al equipo Uruguayo. Sí se pudo evidenciar en ambos partidos, que faltó seguridad en la definición, en contra posición de lo que si tuvo Venezuela y Uruguay.
Creo que pudimos tener un mejor resultado en lo deportivo, pero la incorporación obligada de nuevos jugadores pudo haber originado una baja en el rendimiento del equipo. Gallese, Advíncula, Ramos, Rodríguez y Céspedes, respondieron a las expectativas del entrenador, aunque había cierta desconfianza de parte de la afición en la previa, debiendo resaltar el gran trabajo ofensivo realizado por Céspedes.
En cuanto a la volante, Ascues respondió como antes se le había visto en otros partidos en esta posición, sin embargo se pudo notar impreciso en la habilitación a Tapia. El trabajo de Andy Polo fue muy bueno, aunque aparentemente se preocupó en demasía en el trabajo defensivo y no en el ofensivo descuidando en algo su trabajo por la banda, pero es entendible; y Cueva en lo suyo proyectándose y desequilibrando como siempre. Paolo mejoró notablemente con mayor movilidad y actitud en la marca y en lo ofensivo. Pizarro, sacrificado en funciones ofensivas y defensivas, tratando de generar del medio campo para arriba y defendiendo en el área, hasta que le sobrevino la lesión.
Particularmente me hubiera gustado tener contra Uruguay por la izquierda en la ofensiva a Flores, como 9 por el medio a Pizarro / Guerrero, por la banda derecha a Polo y generando fútbol al medio como un 10 a Cueva / Benavente. En la contención a Ascues con Ballón, en la defensa a los cuatro que jugaron contra Uruguay y a Gallese en el arco. Esta vez a Ruidiaz se le notó algo perdido cuando ingresó por Pizarro y a Balbín muy inseguro en la labor defensiva.
En conclusión considero que, debemos seguir apoyando el proceso iniciado por Ricardo Gareca, que con un cambio en la dirección solo se generaría más retraso, y por último, que hay "buena madera" para continuar con el cambio generacional al haberse observado que a algunos jugadores jóvenes "no les queda grande la camiseta".
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