El Presidente del Jurado Nacional de Elecciones (JNE), Francisco Távara Córdova convocó a un "Debate Presidencial" con 10 postulantes a la Presidencia de la República, que en términos generales fue mas un "sancochado" que un debate presidencial, ocasionado por lo escaso del tiempo que tenían los postulantes para presentar sus planes de gobierno e iniciar el debate. Lo peor de todo es que no puedo, ni quiero imaginarme, lo que hubiera sido de tener en este debate a los que por una u otra razón no llegaron a esta instancia.
La verdad es que es desconcertante e increíble que teniendo a cinco profesionales del Derecho dentro de este órgano colegiado, quienes además son elegidos por distintas entidades del Estado: El Presidente por la Sala Plena de la Corte Suprema de Justicia y los otros cuatro magistrados, uno por la Junta de Fiscales, otro por votación universal de los Abogados de Lima, y los otros dos por los Decanos de las Facultades de Derecho de la Universidades públicas y de la privadas; no tengan la capacidad o el valor de tomar decisiones correctas para que el debate tenga el efecto deseado y cumpla con el objetivo de que electorado se informe mejor de los planes de gobierno de los principales postulantes.
Lamentablemente se involucraron en el debate a todos los postulantes que sobrevivieron al "terremoto de la exclusión", en número de diez, en vez de limitar a un número mucho menor. Con sólo un poco de criterio, para evitar este "sancochado", se podría haber establecido desde un inicio de las campañas, por ejemplo, que sólo podrían participar en el debate, los postulantes que alcancen el 10% de la intención de voto los que serían computados del promedio de los resultados de las encuestas de "tales" ......... empresas encuestadoras, lo que se determinará a una semana de la fecha establecida para el debate. Con esta decisión se hubieran "borrado" a seis de los postulantes y sólo así podríamos haber tenido un debate productivo.
En todo caso, estimo que las "consideraciones" políticas del Presidente del JNE, en particular con los ex-Presidentes Alan García y Alejandro Toledo para no excluirlos del debate, lo indujeron a error voluntario, tomando esta determinación por demás fuera de una decisión inteligente y necesaria.
En el futuro para evitar este tipo de inconvenientes, los partidos políticos debería unirse tal cual lo han hecho el APRA y el PPC en la denominada "Alianza Popular", aunque se hizo en este caso más por conveniencias políticas electorales de momento, que por comunión de ideas o ideologías políticas; con lo que podríamos llegar a tener tan sólo tres o cuatro partidos políticos como máximo, de derecha, de centro y de izquierda, facilitándose de esta manera todo el proceso, tal como sucede en otros países.
Así también se concentrarían a los mejores elementos en un sólo partido político haciéndose un plan de gobierno de consenso, distribuyéndose las responsabilidades y todo lo que conlleva la preparación del plan, inicialmente, y su posterior ejecución al asumir la Presidencia.
